¿Quién no quiere ser un invitado bienvenido en cualquier día festivo o simplemente en una acogedora reunión tomando una taza de té?
Para ello no basta con ser una persona educada y erudita. Sería bueno tener capacidad de comunicación y, mejor aún, carisma. Pero primero debes superar la vergüenza.
Esta pregunta fue estudiada por el personal de la Escuela de Graduados en Negocios de Stanford. Resulta que cuando las personas intentan superar su vergüenza, a menudo empiezan desde el lugar equivocado.
Cuando las personas actúan de esta manera, no dejan una buena impresión en los demás. Como regla general, dicen de esas personas: un advenedizo.
Pero el exceso de modestia tampoco es bueno. Puedes sentarte en un rincón durante todas las vacaciones.
Para salir de este rincón hay que recomponerse, empezar a interesarse y hacer preguntas, y si tienes que comentar algo, asegúrate de interesarte por las opiniones de los demás.
Al comunicarse de esta manera, puede ganar simpatía e inspirar confianza.
Puedes fingir que “sonó mi teléfono”. Pero se trata de un viejo truco que se percibe como una excusa.
Para salir airoso de una conversación, es mejor utilizar las frases “Me tengo que ir, pero me gustaría preguntarte...”
No hace falta preguntar, sino todo lo contrario, contar, recordar, recordar una anécdota histórica, etcétera.
Pero asegúrese de agradecer a su interlocutor y a sus oyentes por su tiempo.
Conociendo los intereses de la sociedad, puedes hacer una lista en tu cabeza de los temas de los que se suele hablar en la empresa.
Piense no sólo en los temas actuales, sino también en las preguntas que puedan necesitar respuesta en el evento.
Anteriormente hablamos de las señales de que una persona te está mintiendo .