A veces, sin saberlo, una persona habla de sus pensamientos y sentimientos sin palabras. Basta con observar cómo se mueve o cómo cambia su expresión facial.
Un gesto es una acción inconsciente en la que se mueve el cuerpo o una parte separada del mismo. Da significado al habla.
La mayoría de las personas no prestan atención a cómo se mueve su cuerpo cuando hablan.
Si el interlocutor no quiere decir la verdad, controla sus movimientos. Basta conocer el lenguaje corporal para entender si lo que se dice es verdadero o falso. Se puede engañar con palabras, pero lo que dice el cuerpo no se puede ocultar.
Para no mostrar tu verdadera actitud hacia tu interlocutor, debes controlar tus gestos y no torcer los objetos en tus manos.
Los gestos más famosos incluyen:
1. Marcha suave e inteligente: una persona cree en su propia fuerza.
2. Morderse las cutículas y las uñas: falta de confianza.
3. Mover la cabeza hacia abajo o hacia arriba puede significar que su oponente no desea continuar la conversación.
4. Manos escondidas en la ropa: no hay que esperar a saber la verdad.
5. Un movimiento pausado con la cabeza simboliza un interés genuino;
6. Las manos cruzadas sobre el pecho es una postura cerrada que muestra el deseo del interlocutor de protegerse o defenderse.
7. Torcer objetos cercanos es un intento de deshacerse de una conversación desagradable, de desviar la atención.
8. Tocar partes de la cara – cansancio y cansancio.
9. Una postura relajada y libre indica que la persona está dispuesta al diálogo.
10. Si tu oponente le da la mano, es una señal de respeto.
De vez en cuando, algunos gestos cambian de significado según el cambio de humor. Mejoran la emotividad de la entrega de palabras.
Si el interlocutor intenta taparse la boca con la palma, entonces podemos concluir que quiere ocultar la verdad.
Si hay desconfianza en la comunicación, entonces existe el deseo de taparse la nariz. Al frotarse el párpado, una persona puede mostrar lo desagradable que le resulta escuchar información. La falta de fe en las palabras se demostrará tocando el oído. Frotar la parte inferior de la cara puede indicar consideración.
Una persona puede expresarse de manera ambigua en este momento. Alguien se congela en su lugar y no puede hacer un solo movimiento, mientras que otros, por el contrario, comienzan a balancearse, a preocuparse, a frotarse el cuello y la nariz. Alguien, tratando de ganarse la confianza, te toma la mano o te toca el hombro.
En cuanto a las expresiones faciales, el engañador esconde su mirada o mira sospechosamente y obstinadamente a los ojos, tratando de imponer su mentira.
El nerviosismo puede manifestarse por una falta de movimiento en las comisuras de los ojos y una sonrisa poco natural.
Un interlocutor que mantiene un contacto visual equilibrado inspira confianza.
Asiente con la cabeza e inconscientemente se acerca. La sonrisa es natural, las comisuras de los ojos enfatizan las emociones presentes.
No hay movimientos bruscos y erráticos ni alboroto.
Para comprender a su interlocutor, basta con percibir la discrepancia entre la información que escucha de él y su comportamiento.
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