Pocas personas quieren criticar a familiares y amigos, pero a veces surge esa necesidad.
Al presentar tal o cual reclamo a un ser querido, muchas personas cometen un error muy grave.
Culpan a la persona directamente, utilizando lo que se llama la “declaración tú”.
Por ejemplo, dicen: “Me decepcionaste” o “Hiciste todo mal”.
Pero es necesario criticar de tal manera que el interlocutor no sienta presión psicológica.
Cualquier "declaración usted" debe ser reemplazada por una "declaración yo".
Ejemplo: en lugar de “Reparaste mal el grifo”, debes decir “Me parece que el grifo todavía no funciona bien”.
En lugar de “Preparaste una mala cena”, es recomendable decir la siguiente frase: “Me parece que la comida estaba mal horneada”.
El cumplimiento de esta sencilla regla es garantía de que el interlocutor no se tomará en serio las críticas.
Después de todo, a una persona no se le acusa tanto, sino que se le señalan ciertas deficiencias de su trabajo.
Por tanto, no hay sentimiento de decepción. Aparece el siguiente pensamiento: “Está bien, lo arreglaré todo ahora”.
Anteriormente, nombramos 5 cosas por las que no necesitas disculparte.