¿Sentiste que no agradabas a alguien a tu alrededor?
¿Qué es lo mejor que se puede hacer en una situación como esta? La respuesta es simple: no interactúes más con esta persona.
¿Qué pasa si la comunicación es inevitable? Por ejemplo, estamos hablando de un colega o compañero de clase.
Luego utiliza una interesante técnica psicológica llamada "Lápiz".
Si necesitas normalizar tu relación con una persona que te trata mal, pregúntale con una simple petición.
Diga: “Por favor, préstame un lápiz”.
Es poco probable que el interlocutor se niegue: tal solicitud es demasiado pequeña.
Y surgirá una situación interesante: una persona ayudó a alguien que claramente no le agrada.
Lo más probable es que inconscientemente comience a buscar la confirmación de que su colega/compañero de clase/conocido sigue siendo una persona buena y digna.
El truco psicológico a menudo resulta eficaz: las relaciones entre las personas mejoran.
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