A veces la gente se molesta mucho por problemas que luego parecen no tan graves.
Estamos hablando de pequeñas peleas con compañeros, un ligero retraso en el horario de estudio/trabajo, problemas con el coche o el ordenador, el fracaso accidental de un niño en el colegio, etc.
“¿Y por qué estaba tan preocupado? ¡Acabo de gastar mis nervios! - piensa a menudo la gente, que luego se da cuenta de que debían haber mantenido la calma.
Pero, ¿cómo puedes aprender a mantener la calma en esos momentos en los que ocurren problemas?
Hay un truco psicológico interesante que te ayuda a no percibir lo sucedido como una tragedia.
¿Has encontrado algún problema? Luego mentalmente di lo siguiente: “Podría ser peor…”
Este truco parece primitivo e ineficaz sólo a primera vista.
De hecho, resulta eficaz la mayor parte del tiempo.
Después de todo, una persona comienza a razonar y llega a la conclusión de que la situación realmente podría ser más complicada.
Surge la siguiente comprensión: el problema se puede solucionar por completo y, si algunas consecuencias negativas son inevitables, entonces no tiene sentido preocuparse: de todos modos no se puede prevenir.
Anteriormente mencionamos 3 cosas por las que debes elogiarte.