La dependencia de las opiniones de otras personas tiene un impacto negativo en su estado de vida y estado de ánimo.
Por eso, es importante encontrar la fuerza dentro de ti para dejar de pensar en lo que otras personas pensarán de ti y asumir la responsabilidad de tu vida.
Pero, ¿cómo entiendes que realmente dependes mucho de las opiniones de los demás? En este caso, debes analizar tu comportamiento y prestar atención a varias señales.
Ayudar es lo correcto, pero es importante no hacerlo en detrimento de uno mismo. Si siempre eres esa persona en la empresa que apoya a todos, ayuda a todos, los hace felices y, si es necesario, sacrifica su tiempo, dinero y espacio, entonces debes comprender si estás actuando en tu propio detrimento.
Es mejor aprender a decir que no.
Si es importante para ti conocer la opinión de todos tus familiares y amigos sobre la compra de un vestido o traje nuevo, te preocupa la cantidad de me gusta en las redes sociales o crees que dijiste algo mal, si un amigo no responde a un mensaje durante más de un minuto, entonces esto es una señal de un problema.
Es mucho mejor construir su autoestima sobre la base de indicadores objetivos y sus propios sentimientos, y no sobre la aprobación de los demás.
No debes dejar que tus padres, amigos o colegas tomen decisiones por ti.
Una persona madura sabe asumir la responsabilidad de sus acciones y también evalúa de forma independiente los riesgos y consecuencias.
No debes tener miedo de equivocarte, porque equivocarse es normal. Así es como cada persona obtiene su propia experiencia única.
La posibilidad de quedarse sin un moderador externo que lo dirija provoca pánico en una persona que es muy dependiente de los demás.
Los expertos señalan que el miedo desaparecerá si hace de su opinión una prioridad y aprende a asumir la responsabilidad de sus palabras, acciones y decisiones.
Si escuchas susurros o risas y terminas sintiendo que están discutiendo sobre ti, esto también es una señal de que hay un problema.
Anteriormente te contamos cómo protegerte de la negatividad.