Todos hemos escuchado que las relaciones tóxicas pueden ocurrir en las parejas cuando uno manipula los sentimientos del otro, es controlador o celoso.
Pero sucede que esto puede suceder en compañía de amigos, pero se refleja de manera un poco diferente.
Un amigo o novia puede expresar una agresión pasiva a través de la envidia, los celos y algún tipo de manipulación.
A una persona así no le importan los sentimientos y no se alegra del éxito de otra persona, sino que se siente mejor cuando le sucede algo malo.
Vale la pena tener una conversación seria con un amigo si sientes que la relación es unilateral, en la que inviertes más tiempo y trabajo emocional que la otra persona.
Además, un verdadero amigo ayudará a resolver un problema, incluso uno menor, y no creará otros nuevos ni transferirá responsabilidades.
Si sabe que durante una reunión puede sentirse ofendido o que es posible que no se guarden secretos, es mejor no continuar la comunicación.
La humillación, la falta de respeto y los chismes sobre usted a sus espaldas son claras señales de alerta. Es mejor terminar esas relaciones a tiempo.
Anteriormente dijimos por qué no todos los amigos pueden alegrarse del éxito de otro.