Las personas carismáticas no son muy comunes porque aprender a serlo es difícil.
El carisma, por regla general, se le da a una persona desde que nace.
Con el paso de los años, sólo “pule” lo que le da la naturaleza.
Aunque exteriormente una persona no parezca la más atractiva, hay algo más profundo en ella: por eso quieres observarla.
A menudo, las personas carismáticas pueden parecer bastante extravagantes porque tienen ideas subjetivas sobre la belleza y el atractivo.
Las personas carismáticas nunca se andan con rodeos: por regla general, su discurso se puede dividir literalmente entre comillas. Además, este estilo de comunicación parece espontáneo y no como si la persona hubiera preparado de antemano respuestas exitosas, dicen los expertos .
Como se mencionó anteriormente, las personas carismáticas no siempre parecen atractivas en el sentido clásico. Pero en su imagen siempre hay un rasgo distintivo que sólo enfatiza su singularidad.
A menudo eligen su propio estilo, que también los distingue de los demás.
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