Cada persona quiere que sus palabras sean “significativas” para los demás.
Pero a menudo se pueden encontrar ejemplos en los que una persona dice algo, pero no le prestan atención en absoluto o ignoran su opinión.
Por eso, conviene recordar algunos trucos lingüísticos que te ayudarán a conseguir persuasión e influencia en cualquier situación.
Uno de los trucos clave del lenguaje es utilizar palabras y frases que enfaticen los puntos fuertes de su propuesta o argumento.
Por ejemplo, en lugar de decir "Este producto no es tan malo", es mejor decir "Este producto tiene una serie de beneficios, como...". Este enfoque ayuda a llamar la atención sobre los puntos fuertes de la oferta y a convencer a la audiencia de su valor.
Los verbos activos hacen que tu discurso sea más dinámico y persuasivo. Dan energía y decisión a las declaraciones, lo que ayuda a convencer a los oyentes de la exactitud de los argumentos.
Por ejemplo, en lugar de decir "Esto puede ser útil", es mejor decir "Esto definitivamente será útil".
Repetir ideas o frases clave ayuda a consolidarlas en la memoria de la audiencia y enfatizar su importancia.
La repetición también mejora la capacidad de persuasión de una declaración. Sin embargo, debes utilizar la repetición con prudencia para evitar la retórica innecesaria.
Los argumentos emocionales tienen un mayor efecto en la audiencia que los lógicos.
Intente utilizar palabras y frases que evoquen una respuesta emocional en su audiencia. Por ejemplo, en lugar de simplemente enumerar hechos, enfatice su importancia e impacto en la vida de las personas.
Las preguntas obligan a la audiencia a pensar y participar activamente en la discusión.
Utilice preguntas para dirigir los pensamientos de su audiencia en la dirección correcta y anímelos a aceptar su punto de vista.
Si otros empiezan a hacer preguntas, significa que automáticamente están interesados en el diálogo.
Anteriormente hablamos de si vale la pena perdonar la traición .