A mucha gente le gusta visitar a amigos y familiares.
Y pocas personas rechazan la oferta de ponerse unas zapatillas que pertenecen al propietario o a uno de sus familiares.
Sin embargo, debes negarte cortésmente a usar los zapatos de casa de otra persona.
Y no se trata sólo de respetar las normas de higiene. Hay otra razón: llevar las zapatillas del maestro es un mal augurio.
Se cree que esta acción puede provocar un deterioro en la relación entre el huésped y el propietario del apartamento.
Puede ocurrir una pelea poco después de que aparezca el visitante.
Quizás la situación llegue al punto en que los residentes del apartamento comiencen a echar al huésped.
Si no quiere pelear con las personas que lo invitaron a su casa, rechace la oferta de usar sus pantuflas.
Y para las personas a las que les gusta recibir invitados, existe esta recomendación: mantengan en el pasillo las llamadas pantuflas "para invitados", zapatos destinados exclusivamente a los visitantes.
Anteriormente te contamos por qué no se puede beber de una taza o jarro con una cuchara dentro.