A muchas personas se les enseña desde la infancia que no se debe permitir que las personas comprendan nuestros verdaderos sentimientos, especialmente cuando se trata de antipatía.
Por tanto, por cortesía, podemos continuar un diálogo con una persona que claramente no nos agrada.
O tenemos miedo de dejar de comunicarnos con personas que nos desagradan.
La vida de cada uno ya tiene suficientes problemas y situaciones estresantes, por lo que no es necesario aumentar su número. Si comunicarse con una determinada persona le produce malestar emocional, entonces no debe continuar.
La antipatía nunca surge sin una razón específica. No nos gusta la gente que no respetamos. Por tanto, nos resulta difícil superarnos y continuar comunicándonos, dicen los expertos .
Algunos simplemente provocan emociones desagradables debido a sus valores de vida y su visión opuesta del mundo. Tampoco debemos olvidarnos de nuestra intuición: a nivel subconsciente, no nos gustan las personas malas.
En primer lugar, está perdiendo tiempo y energía comunicándose con una persona, lo que no produce ningún resultado positivo. También inviertes energía en luchar contra ti mismo, obligándote literalmente a comunicarte con personas desagradables.