Incluso las personas más cercanas y los mejores amigos pueden pelear.
Y hacer las paces puede ser muy difícil. En algunos casos, una persona no quiere pedir perdón por orgullo y falta de voluntad para admitir errores.
En otras situaciones, el motivo es el miedo a un posible fracaso: ¿y si no se aceptan las disculpas...?
Según la sabiduría popular, el perdón hay que pedirlo a tiempo. En este caso, los familiares o amigos en disputa harán las paces.
Se cree que el día ideal para poner fin a una pelea es el miércoles.
Según las creencias, las palabras que piden perdón tienen el máximo poder durante este período.
Según los carteles, las palabras de disculpa suenan con mayor sinceridad el tercer día de la semana.
Además, es probable que la gente se tome en serio la idea de poner fin a la disputa. Por lo tanto, la posibilidad de restablecer la amistad o simplemente las buenas relaciones será muy alta.
Al intentar hacer las paces, es importante admitir la culpa, no traspasarla a otra persona y no poner excusas.