La mayoría de las personas en el mundo moderno han dejado de prestar atención a las diversas señales que las rodean.
Sin embargo, hay señales que pueden advertir de peligro; definitivamente no tiene sentido ignorarlas.
El ruido inesperado de los pájaros, especialmente si de repente se quedan en silencio, puede ser una advertencia de la naturaleza sobre un peligro inminente.
En la naturaleza, las aves suelen responder a los cambios en su entorno anticipando desastres naturales o acercándose a los depredadores.
El olor a lluvia en tiempo seco puede ser una señal de que se acerca una tormenta o incluso un relámpago.
Según la sabiduría popular, ese olor conlleva peligro.
Si de repente notas que las nueces comienzan a caer al unísono de los árboles del bosque, esto podría ser un signo de energía negativa o espíritus malignos.
Por supuesto, también conviene ser racional, porque si afuera hay un fuerte viento, entonces no hay nada extraño en una caída sincronizada.
Según algunos signos, una corriente de aire en la casa puede traer energía negativa e incluso ser un presagio de peligro.
Si de repente comienza a soplar viento en el interior, esto puede servir como señal.
También tiene sentido prestar atención a tus propios sentimientos en este momento; ellos pueden decirte mucho.
Las mascotas pueden reaccionar ante peligros invisibles.
Si su mascota repentinamente muestra ansiedad, comportamiento extraño o agresión inesperada, esto podría ser una señal de una amenaza potencial.
Si una ciudad normalmente bulliciosa de repente se queda en silencio, esto podría ser una señal.
Por supuesto, en la mayoría de los casos el silencio en la ciudad se explica fácilmente, pero hay excepciones.
Las averías son normales. ¿Pero qué pasa si algo se estropea en casa sin motivo aparente?
Esto puede indicar que dentro de la casa reina energía negativa.
Las averías en la casa no siempre son una señal, por lo que también conviene partir del componente racional.