El otoño es una época de cambios, cuando la naturaleza cambia y llega un punto de inflexión en la vida.
Por eso, conviene recordar varios signos otoñales que pueden advertir de peligro o cambios globales en la vida.
La caída de las hojas en las tradiciones populares puede advertir sobre próximos cambios y despedidas.
Se cree que si las hojas caen en grandes cantidades y rápidamente, es un presagio de un período difícil o de pérdida.
La niebla que cubre campos y bosques en otoño es considerada en las creencias populares como un símbolo de misterio y peligro.
Este humo místico no sólo puede oscurecer las apariencias, sino también advertir sobre amenazas ocultas.
Los cantos de los pájaros, especialmente de noche, se perciben como voces de advertencia de la naturaleza.
Se cree que ciertos sonidos pueden ser presagios de problemas o de un peligro inminente. Por supuesto, también vale la pena prestar atención a qué tipo de pájaro emite el sonido.
Aunque los coloridos atardeceres pueden parecer hermosos, en algunas culturas se consideran un presagio de miedo.
Los colores brillantes del cielo pueden simbolizar lucha e incertidumbre.
Los vientos del otoño, que silban ruidosamente entre los árboles, son considerados en algunas supersticiones portadores de malos espíritus y desgracias.
Los susurros de la naturaleza pueden contener mensajes que es necesario escuchar.
Las avispas y las abejas, que se vuelven más agresivas en el otoño, se consideran presagios de peligro en las supersticiones populares. Su actividad puede predecir una tormenta o una desgracia.
En algunos signos, las sombras oscuras están asociadas con las fuerzas del mal y pueden servir como advertencia sobre posibles peligros escondidos en la oscuridad.
Si aparecen sombras, se debe prestar especial atención a los sentimientos personales en este momento.