Las relaciones amistosas, amistosas, amorosas e incluso comerciales se basan en el respeto mutuo y la simpatía.
Ganarse el favor de alguien no es tan difícil, especialmente si intentas deliberadamente parecer mejor.
Pero es poco probable que puedas ocultar tu “verdadera naturaleza” por mucho tiempo: a veces una frase descuidada o un acto imprudente será suficiente para arrancarte la máscara.
En este caso, la decepción es inevitable, dicen los expertos .
Incluso si te consideras un manipulador y engañador consumado, un día tu juego y tu deshonestidad quedarán al descubierto. Nadie quiere sentirse engañado.
Por tanto, mentir es un delito muy doloroso, afirman los expertos. Retomar una relación o restaurar una reputación después de algo como esto es extremadamente difícil.
En la mayoría de los casos, la gente intenta ser amable, compasiva y comprensiva. Por tanto, el egoísmo y la crueldad por parte de los demás provoca rechazo e incomprensión.
En cualquier caso, no hay necesidad de fingir. Es mejor intentar reconocer honestamente sus rasgos negativos y comenzar a combatirlos.