Mucha gente sabe que las lágrimas comunes tienen verdaderos poderes curativos.
Con su ayuda, puede aliviar la tensión nerviosa, deshacerse del estrés y simplemente mejorar significativamente su condición.
Algunas personas incluso lloran sin motivo aparente porque les ayuda a afrontar su emocionalidad.
Pero también hay una situación diametralmente opuesta: con todas las ganas y por una razón objetiva, una persona no puede llorar.
Nuestra psique está estructurada de una manera muy curiosa, por lo que los mecanismos de su funcionamiento aún no se pueden considerar estudiados en detalle. Por lo tanto, a veces la reacción ante un estrés severo puede ser bloquear la capacidad de llorar.
A veces ni siquiera podemos decir con certeza qué causó este fenómeno. Por ello, hay que buscar ayuda psicológica para solucionar este problema.
Si estás en un estado de tensión constante, el sistema nervioso se agotará. Esto es extremadamente peligroso tanto para la esfera emocional como para la salud física.
Los expertos señalan que es extremadamente importante poder reconocer el estrés crónico de manera oportuna y comenzar a trabajar en él.
En la mayoría de los casos, esto se aplica a los hombres a quienes, desde una edad temprana, se les prohíbe literalmente llorar o incluso pensar en expresar sus emociones y "debilidades".
Debes comprender que cada persona debe ser ella misma. Si quieres llorar, no es necesario que te contengas.