Durante siglos, la gente ha estado buscando formas de predecir el embarazo y conocer el sexo de un niño mucho antes que los métodos médicos.
Por lo tanto, no es sorprendente que durante el embarazo pueda encontrarse con una gran cantidad de signos y supersticiones populares.
Durante siglos, la gente creyó que la forma del vientre de una mujer podía indicar el sexo del feto.
Según la creencia popular, una barriga redonda predice el nacimiento de un niño, mientras que una barriga más marcada indica el nacimiento de una niña.
Algunos explican esto por la diferencia en la posición del niño en el útero o por las características de la figura de la madre.
Según la sabiduría popular, cuando el vientre está bajo, indica un niño, y cuando el vientre está más alto, predice el nacimiento de una niña.
El signo se basa en la suposición de que el sexo del niño puede influir en la posición del útero y del feto en el útero.
Mucha gente cree que existe una conexión entre las fases de la luna y el sexo del feto.
Según las creencias, si uno es concebido durante la luna llena o la luna nueva, predice el nacimiento de un niño o una niña, respectivamente.
Según la sabiduría popular, si una mujer embarazada tiene un fuerte deseo por los alimentos dulces, esto indica que está esperando una niña.
Si el deseo se dirige a alimentos ácidos o salados, esto predice el nacimiento de un niño.