La autoestima es una valoración de la propia personalidad, de sus capacidades, fortalezas y debilidades.
Afecta nuestro comportamiento, nuestras emociones, nuestras relaciones con otras personas.
La autoestima puede ser alta o baja, realista o distorsionada.
Una alta autoestima ayuda a una persona a sentirse segura, valorarse a sí misma y a sus logros, afrontar las dificultades y esforzarse por desarrollarse. La baja autoestima conduce a la incertidumbre, la autocrítica, el miedo al fracaso, la dependencia de las opiniones de los demás y la insatisfacción con uno mismo, afirma el psicólogo Stanislav Sambursky .
Hay muchas maneras que pueden ayudar con esto. Éstos son algunos de ellos.
Cada persona es única y tiene sus propias fortalezas y debilidades. Cuando te comparas con los demás, es posible que te olvides de tus fortalezas y te concentres en tus debilidades.
Esto puede minar su autoestima y provocar sentimientos de envidia, resentimiento o inferioridad. Es mejor compararte sólo contigo mismo: celebra tu progreso, tus éxitos, tu desarrollo.
Muchas personas tienden a restar importancia o ignorar sus logros, considerándolos insignificantes o accidentales. Esto puede llevar a que no veas tu potencial y no estés satisfecho con tus resultados.
Aprenda a reconocer y apreciar sus logros, tanto grandes como pequeños. Felicitate por hacerlo bien, por superar un desafío, por aprender algo nuevo.
Registre sus logros en un diario o mantenga una lista de éxitos. Esto te ayudará a ver tu progreso y aumentar tu autoestima.
La mayoría de las personas no saben cómo o les da vergüenza aceptar elogios. Esto puede deberse a que no creen en su valor o tienen miedo de parecer complacientes.
Sin embargo, al rechazar los elogios, puedes ofender a la persona que los hace y recibir otro golpe a tu autoestima. Mejor aprende a aceptar los elogios con gratitud y una sonrisa. Simplemente diga "¡Gracias!" o "¡Qué amable de tu parte!" Esto te ayudará a creer en ti mismo y fortalecer tus relaciones con otras personas.
Nadie es perfecto y cada uno tiene sus debilidades. No deberían ser motivo de humillación o desesperación. Utilízalos como una oportunidad de superación y desarrollo personal.
No tenga miedo de admitir sus errores, deficiencias o lagunas de conocimiento. No te avergüences de pedir ayuda, consejo o comentarios.
No evites situaciones difíciles o desagradables que puedan mostrarte tus debilidades. Fíjate objetivos realistas y específicos para trabajar en tus debilidades y convertirlas en fortalezas.
Para aumentar tu autoestima, necesitas amarte y respetarte por lo que eres. Esto no significa ser egoísta o ignorar tus defectos. Esto significa tratarse a sí mismo con amabilidad y cuidado, tal como trata a sus seres queridos o amigos.
Presta atención a tus necesidades y deseos, cuida tu salud y bienestar y haz lo que te produzca alegría y placer.
No te critiques por pequeñas cosas, no te castigues por los errores, no te sacrifiques por el bien de los demás. Sea amigable y paciente consigo mismo, perdónese por sus defectos y aprecie sus fortalezas.
La autoestima no es un indicador constante que una vez establecido y nunca cambia, es un proceso que requiere trabajo y atención constante.
Aumentar la autoestima es una tarea que no se resuelve en un día, sino que requiere tiempo, esfuerzo y paciencia. Pero vale la pena porque una autoestima realista es la clave para una vida feliz y exitosa.