Probablemente conozcas esta costumbre: cuando una persona dice algo bueno o hace un cumplido, toca madera para no maldecirla.
¿De dónde surgió esta creencia y qué significa?
Se cree que la costumbre de tocar madera se originó en la antigüedad, cuando la gente creía en los espíritus de la naturaleza y en los habitantes del bosque.
El árbol era símbolo de vida, fertilidad y protección. La gente tocaba madera para atraer la atención de los buenos espíritus y pedirles ayuda o bendiciones.
La gente también tocaba madera para ahuyentar a los malos espíritus o el mal de ojo que podían arruinar su suerte o felicidad.
En el mundo moderno, la costumbre de tocar madera se ha conservado como un simple signo o superstición.
La gente toca madera cuando se elogia a sí misma o a los demás, cuando habla de sus planes o sueños, cuando desea a alguien buena suerte o salud.
Así, parecen asegurarse contra problemas o desgracias que puedan ocurrir debido a la envidia o la ira de otras personas.
Tocar madera es una forma sencilla e inocente de expresar esperanza o gratitud.
Pero no debes confiar únicamente en esta costumbre y olvidarte de la responsabilidad de tu vida.
Después de todo, lo más importante es creer en uno mismo y en sus fortalezas, trabajar en sus metas y sueños y ser amable y honesto con los demás.