Los japoneses tienen una esperanza de vida media de 81 años y 87 años para hombres y mujeres respectivamente. Hace dos años se estableció un nuevo récord: en el país viven más de 80 mil personas cuya edad es de 100 años o más.
Estos indicadores de longevidad no están asociados con características genéticas, sino con los hábitos de la nación, que tienen muchos siglos de antigüedad.
La mayoría de los japoneses comen sano. En la dieta predomina el pescado, la soja fermentada, las verduras, el arroz y las frutas. El país presta especial atención a los productos fermentados, porque los productos que han pasado por el proceso son fácilmente absorbidos por el organismo, contienen bifidobacterias y lactobacilos, importantes para los intestinos, y están enriquecidos con vitamina C. Casi no hay harina, frita o Alimentos grasos en la dieta japonesa.
Además, no tienen en alta estima el chocolate ni los dulces, y sólo el azúcar de caña. Y los japoneses no tienen la costumbre de salar los alimentos ni de añadir especias picantes, que a menudo provocan cáncer de estómago.
Los japoneses no aceptan la vida inerte. Siempre están listos para moverse. En los patios de Japón se puede ver a la gente haciendo ejercicios por la mañana y por la noche, practicando juegos intelectuales y dominando deportes ligeros. El gobierno del país a nivel nacional adoptó una ley sobre actas deportivas para que la gente pueda relajar los músculos y relajarse. Lo cual es importante para los japoneses, conocidos por su adicción al trabajo. También existen programas para jubilados que inician su merecido retiro a los 65 años. Se cree que cuando las personas se jubilan, se perciben a sí mismas como ancianos inútiles. En el país se le da gran importancia a la psicosomática. Por ello, se han abierto masivamente clubes de interés.
Para los japoneses, la longevidad está indisolublemente ligada a una rutina diaria clara. Intentan acostarse antes de las 11 de la noche y despertarse a las 6 de la mañana. Esto no sólo le ayudará a mantenerse en buena forma, sino que también le ayudará a hacer muchas cosas en un día. Las investigaciones sobre la longevidad y el madrugar no han encontrado nada en común. Pero, según los expertos, un sueño adecuado y estrictamente controlado es de gran importancia para la esperanza de vida. Para adoptar este hábito, es necesario determinar su norma de sueño, porque para uno son 5 horas y para otro, 8.
Japón está situado en una zona de actividad volcánica y las aguas termales no son infrecuentes. Los residentes del país disfrutan aprovechando este regalo natural yendo a onsen o áreas recreativas. El agua calentada a 42-45 grados, llena de minerales, cura el cuerpo, trata dolencias, fortalece el sistema inmunológico y previene el envejecimiento prematuro. Además, todos los onsen tienen la regla del silencio. Las personas no sólo se lavan el cuerpo con agua saludable, sino que también descansan del ajetreo, calman sus ritmos biológicos y disfrutan de la paz. Las personas que viven lejos de las fuentes pueden adoptar este secreto de la longevidad utilizando sales de baño comunes.
Los secretos de la longevidad japonesa residen en el movimiento, la nutrición, las aguas termales y una estricta rutina diaria, que generalmente está al alcance de una persona en cualquier parte del mundo.