¿Cómo despedir a un directivo tóxico? El psicólogo empresarial Stanislav Sambursky da consejos
27.02.2023 19:09
Actualizado: 14.04.2023 08:48
El término "tóxico" tiene muchas definiciones. Se reducen aproximadamente a una cosa: se trata de una persona que manipula a las personas y crea un ambiente insalubre a su alrededor.
Si hablamos de un jefe tóxico, entonces este concepto se aplica a alguien que hace la vida de todo el equipo, y no a un solo empleado, carajo, dice el psicólogo empresarial Stanislav Sambursky .
Esto plantea la pregunta: ¿cómo llevarse bien con un jefe tóxico? Como psicólogo, quiero señalar que no será posible cambiar radicalmente la situación, pero cambiar la actitud hacia ella es bastante posible.
Primero hay que aclarar: un jefe no es un amigo ni un hermano. Es quien sigue el concepto de la empresa, actúa en beneficio de ella y no se deja llevar por los caprichos de los empleados. Entre sus funciones se encuentran: exigir, gestionar y mejorar el desempeño.
Señales de un jefe tóxico
1. No reprime las emociones
Todas las mañanas los empleados entran en pánico. Nadie sabe con qué humor llegará a la oficina. Los gerentes tóxicos ponen en práctica la negatividad que reciben de su círculo íntimo y, por lo tanto, se desquitan con subordinados inocentes.
2. Profesa un culto a la personalidad
Se arrastra ante sus superiores y se eleva a los cielos ante sus subordinados. Su palabra es verdad. La decisión es irreprochable y no puede ser apelada.
3. No da instrucciones claras
Un jefe tóxico no da instrucciones claras. Las personas no tienen telepatía, por lo que se ven obligadas a escuchar los reproches que les dirigen y a rehacer su trabajo muchas veces.
4. Humilla y ridiculiza
En el proceso de trabajo está permitido criticar sus resultados, pero en ningún caso proceder a insultar la personalidad del empleado. Un jefe tóxico lo sabe.
5. Intimida y chantajea
A menudo estos directivos te obligan a realizar encargos personales y, en caso de negativa, te amenazan con el despido. Les intimida la imposibilidad de conseguir un puesto similar en otras empresas.
6. Acosa
Conociendo su poder, los jefes tóxicos suelen recurrir al acoso. Esto incluye chistes verdes, toques incómodos y directos, indirectas, etc.
7. Discrimina
El gerente demuestra abiertamente disgusto por un determinado grupo de personas, departamento, raza, forasteros, etc.
8. Se deprecia
Los éxitos en el trabajo son ridiculizados y comentados con una frase similar: "Hasta un mono podría hacer frente a esto". Si comete un error, debe prepararse para insultos aún más brutales.
9. Se apropia de los logros de otras personas
Si los empleados se desempeñan mal, entonces es su culpa. Si los empleados muestran excelentes resultados, entonces este es el mérito del gerente.
Qué hacer cuando tu jefe es tóxico
En este caso, sólo hay dos opciones: renunciar o seguir aguantando. A veces las personas se sienten tentadas a corregir la situación, a influir en un jefe tóxico para corregirlo.
Estos intentos no conducen a ninguna parte, sólo añaden nuevas heridas y agotan los recursos. Demostrarle algo a alguien es una tarea inútil e ingrata. Lo más inteligente es irse. Los obstáculos para el despido son: una situación económica difícil, escasez de vacantes abiertas, etc. En este caso, solo queda ponerse un chaleco antibalas, que te salvará del veneno inagotable.
Formas de sobrevivir bajo el yugo de la toxicidad
1. Concéntrate en el trabajo
El jefe es el moderador del proceso de trabajo. Tratar de complacerlo no es tu objetivo. Lo principal es la experiencia y el crecimiento profesional. Por qué es así no es tu problema.
2. Vuélvete perfecto
La crítica justa es una herramienta de un jefe tóxico. Sí, siempre encontrará la manera de encontrar fallas en el informe más ideal, pero luego será mucho más fácil recibir el golpe.
3. Mantenga la comunicación al mínimo
Es más prudente mantener la comunicación al mínimo: sólo en el marco del trabajo y durante el horario laboral. En un equipo, no hay necesidad de chismorrear, hablar de su vida personal, criticar e involucrarse en situaciones dudosas; todo esto es un caldo de cultivo para un líder tóxico.
4. Establecer límites
Críticas, valoraciones, consejos no solicitados, etc.: todo esto le encanta al jefe. Puede que no se dé cuenta de que su comportamiento no es saludable. Por lo tanto, sin agresión, vale la pena definir límites claros de lo que está permitido. Por ejemplo, “Mi vida personal es mi negocio. Le agradecería que no volviéramos a discutirlo”.
5. Distráete
Un ambiente de trabajo tóxico afecta el comportamiento de los empleados. A menudo traen la negatividad a casa y se desquitan con sus seres queridos. Comprenda que todo lo que dice su jefe no se aplica a usted. La abstracción es difícil, pero posible. Lo principal que debes recordar es que estás bien.
6. “Aikido psicológico”
El objetivo de este método es concretar la declaración abstracta del jefe con una pregunta determinada. Por ejemplo:
¡Eres un trabajador inútil!
¿Qué quieres decir?
¡No informaste!
Cuando reciba una acusación específica, será más fácil estar de acuerdo con la crítica. Como resultado, el grado de agresión disminuirá.
7. Contacta con el departamento de RR.HH.
Las responsabilidades del departamento de recursos humanos incluyen no solo contratar empleados, sino también mantener un microclima saludable en el equipo. Cuando la paciencia se acaba, existe la oportunidad de contactar a estos especialistas y explicarles la situación. Si no existe la opción de transferirse a otra unidad o departamento, entonces el despido está lejos de ser una decisión estúpida.
8. Dejar de fumar
Más precisamente, despide al gerente de tu vida. Dejar una empresa donde tienes un jefe tóxico y ninguna de las medidas de la lista anterior funciona no es una pérdida, sino una decisión inteligente. Despides a un jefe tóxico de tu vida.
Un jefe tóxico mantiene estresados a todos los empleados. El estrés tiene un efecto perjudicial sobre la salud física y mental, por lo que permanecer bajo su protección durante mucho tiempo le sale más caro. Intente ahorrar dinero, cree una red de seguridad y renuncie con la conciencia tranquila. Y cuando os encontréis en el futuro, no saludéis, sino que pretendáis que no lo reconocéis; los jefes tóxicos se estremecen ante esto, incluso si intentan mantener la cara.