Dibujar para un niño es una actividad tan natural como jugar.
Pero a veces sucede que al ver un pincel y pinturas, el bebé se niega a pintar, comienza a indignarse y, en algunos casos, incluso a llorar.
Le sugerimos que comprenda las razones de su aversión y miedo al dibujo.
Antes de buscar formas de solucionar el problema, conviene averiguar la causa en un niño en particular. Una conversación sobre este tema no debe llevarse a cabo en un momento de indignación y resistencia, sino cuando usted y su hijo/a estén relajados y de buen humor.
Los niños no creen en sus capacidades cuando a menudo se les critica o se les subestima. Tu tarea es apoyar al bebé, centrándote en el proceso y sus esfuerzos. No vale la pena corregir lo que crees que son errores de dibujo.
Si tu hijo es un perfeccionista, explícale que si todo sale bien a la primera no estamos aprendiendo nada, y que para cualquier tarea es importante practicar con regularidad. Asegúrese de recordarle que si no hizo algo la primera vez, eso no lo hace malo: lo amarán como antes.
No será posible corregir la situación hasta que descubra exactamente qué aspectos negativos se asocian con el dibujo y convenza al niño de que tal situación no volverá a suceder.
Por supuesto, es necesario intentar cautivar al niño utilizando elementos de juego, diversas técnicas y creatividad conjunta. Sin embargo, debe estar preparado para el hecho de que es posible que el niño no muestre mucho interés en este tipo de arte.
Para información
Un dibujo es una imagen sobre un plano creada por medios gráficos.