Siempre es más difícil para una persona compleja y con baja autoestima encontrar su lugar “cálido” en la lucha, y mucho menos en nuestro tiempo.
O se convierte en una persona miserable y sufre toda su vida por su propia indecisión, o aún logra sus objetivos, por regla general, convirtiéndose en un verdadero déspota, estableciéndose a expensas de los demás.
Vale la pena decir de inmediato que no todos los niños con complejos nacen en familias disfuncionales.
Un niño así puede ser criado por padres que se preocupan por él y lo aman, especialmente si, como les parece, no es como los demás niños, no está a la altura de las esperanzas puestas en él y no cumple con las ambiciones de sus padres.
Porque, como decía el clásico, todos venimos de la infancia, pero cabe añadir aquí que la mayoría de nuestros complejos vienen del mismo lugar.
Otro error que suelen cometer los padres y que hace que el niño crezca con baja autoestima e infantilismo es la exigencia de obediencia incondicional.
Por ejemplo, compró medias para niños nuevas, pero el bebé no quiere usarlas, sino que quiere vestirse con pantalones viejos; déjelo defender sus derechos.
Los niños obedientes son el sueño de casi todas las madres y padres; es más fácil con él que con un marimacho que no puede sentarse en un lugar ni un segundo.
Sin embargo, ¿cómo puede un niño sumiso, que constantemente sólo hace lo que le piden o exigen, depende enteramente de las opiniones de las personas que lo rodean y está acostumbrado a obedecer, defender su propia opinión en el futuro, como adulto?
Queridos padres y madres, recuerden que su tarea principal es desarrollar una personalidad, es decir, una persona con sus propios pensamientos, puntos de vista y carácter.
Si un niño comienza a cumplir todas sus demandas sin pensar, adoptará este comportamiento cuando se comunique con extraños.
Sin la habilidad de defender la propia opinión, un niño puede convertirse en un títere, sometiéndose a personas de carácter más fuerte. Para evitarlo, enséñele a su hijo a defender su propia opinión y a negarse.