Los padres sabios, antes de prohibir cualquier cosa a sus hijos, pensarán en las consecuencias de la decisión tomada.
Los niños aprenden y adquieren experiencia de la forma más activa y este período no puede pasar sin la participación de los adultos.
Para no cometer errores, los padres deben recordar qué es exactamente lo que no se les debe prohibir a sus hijos. Sin esto, su infancia no puede considerarse feliz.
1. Antes de prohibirle a un niño molestar a los adultos con preguntas, piense en cómo puede explorar el mundo sin esto.
2. En lugar de ofrecerse a compartir juguetes o dulces, piense que el niño no está siendo codicioso en absoluto, sino que está protegiendo lo que ama.
De lo contrario, en el futuro puede encontrar dificultades a la hora de defender su punto de vista.
3. No es necesario prohibir que los niños experimenten emocionalmente la pérdida o rotura de su juguete favorito, se diviertan o canten en voz alta.
Al obligar a un niño a ocultar sus emociones (positivas o negativas), criará no solo a una persona reservada, sino también falta de iniciativa.
4. Y es completamente estúpido prohibirle a un niño rechazar a los adultos o decir "no".
Recientemente, los expertos aconsejan insistentemente a los padres que desarrollen esta capacidad en sus hijos.
Gracias a una negativa oportuna, el niño podrá protegerse a sí mismo y a sus límites personales tanto en la niñez como en la edad adulta.