Los padres rara vez piensan en lo que realmente se esconde detrás del comportamiento de sus hijos, especialmente cuando aún son muy pequeños.
Los caprichos se pueden atribuir a cualquier cosa, y sólo en último lugar a la forma de expresar sentimientos y emociones.
Los expertos nos contaron qué se esconde detrás de las malas educación, los insultos y los caprichos de los niños.
La mala educación debe considerarse como una señal: es evidente que el niño está creciendo de manera insensible o de voluntad débil.
En lugar de castigar a la persona grosera, pídale que diga lo mismo, pero con educación.
Lo más probable es que la razón sea la atención que le falta a su hijo.
En lugar de gritar desde lejos, acércate a tu hijo y establece contacto con él. Debes hacer contacto visual y tomar tu mano o tu hombro.
Pídale que haga lo que es importante para usted con voz educada, tranquila y moderadamente dura.
Trate de pasar más tiempo con su hijo, juegue, hable, lea, discuta.
Los caprichos y las histerias no surgen de la nada.
Si los consideramos como una señal, entonces es un indicio claro de que el niño necesita su ayuda.
No dejes a los niños desatendidos y con el tiempo su comportamiento cambiará.