La humedad del aire es sumamente importante para los sistemas que están constantemente en contacto con el aire, es decir, para la piel y las mucosas (nariz y faringe).
Si desea proteger a su hijo de la descamación, el agrietamiento y la inflamación de la piel, y también ayudar a su cuerpo a combatir las infecciones, los pediatras recomiendan comprar un humidificador.
Algunos consejos para usar un humidificador
Los médicos pediatras recomiendan elegir un humidificador ultrasónico o tradicional. La primera opción es adecuada desde el nacimiento, mientras que la segunda conviene adquirirla si el niño padece dermatitis atópica recurrente o rinitis crónica no alérgica.
No basta con comprar un dispositivo: conviene leer atentamente las instrucciones de uso, especialmente la parte que enumera las características de cuidado y tratamiento del dispositivo.
No olvide que los filtros deben cambiarse de manera oportuna: en promedio, una vez cada 2-3 meses (para un humidificador ultrasónico).
Si la primera vez después de encender el dispositivo se forma mucha mucosidad en la nariz, no hay de qué preocuparse, esto es normal, ya que el tracto respiratorio aún no está acostumbrado a este nivel de humedad.
No debe agregar fragancias ni aceites esenciales al humidificador; debido a que estos compuestos no siempre cumplen con los criterios de seguridad, pueden ocurrir alergias.
Mantenga siempre el humidificador encendido cuando la temperatura exterior descienda por debajo de +10 grados.