Después de que aparecen niños pequeños en la casa, los padres quieren crear un entorno de vida seguro y, a veces, incluso estéril.
Al creer que la salud del niño está amenazada por microorganismos dañinos, los adultos comienzan a limpiar con más frecuencia y desinfectar todo lo que los rodea. ¿Es esto correcto?
Los expertos dicen que no es necesario esterilizar la casa, la comida y los juguetes.
En primer lugar, no será posible proteger al 100% el cuerpo de un niño contra los bacilos.
En segundo lugar, para causar daño a la salud, es necesario que el cuerpo ingrese a un alimento o a un objeto completamente contaminado.
Es decir, debe haber muchos patógenos y el sistema inmunológico debe estar debilitado.
En tercer lugar, está la llamada “inmunización doméstica”, cuando los anticuerpos se forman en casa.
Esto permite que el sistema inmunológico se desarrolle más rápido e incluso minimice el riesgo de desarrollar asma.
Por tanto, la esterilización total está contraindicada.
Esto se aplica principalmente a objetos que han estado mucho tiempo en un ambiente húmedo o en el suelo.
También es necesario tratar los juguetes que el niño se lleva a la boca, lame y luego deja en el suelo.
Pero incluso en este caso, basta con lavar estas prendas con jabón.
¡Importante! Cualquier cosa, desde la comida de ayer, las galletas a medio comer sobrantes y otros alimentos para bebés, debe desecharse.