Llevar a su hijo al aire libre es sólo la mitad de la batalla. Es más difícil sacarlo de allí sin gritos ni lágrimas.
Sin embargo, incluso este problema aparentemente abrumador se puede resolver si se utilizan un par de trucos de madres experimentadas.
Advierta a su hijo que la caminata terminará pronto. Cuando le digas a tu bebé cuánto tiempo le queda, ten en cuenta su edad. Por ejemplo, puedes decirle a un niño de 4 a 5 años: “Tendremos que irnos en 10 minutos. Cuando la manecilla del reloj esté aquí, te llamaré”. Y para un niño de 2 a 3 años es mejor decir: "Pronto nos prepararemos para volver a casa, pero mientras tanto tendrás tiempo de deslizarte por el tobogán tres veces".
Imagínese que lo interrumpieron mientras realizaba una tarea importante e interesante, y eso es exactamente lo que es un juego para un niño. Además, la capacidad de completar cosas que empieces te será muy útil en la vida.
Invita a tu hijo a competir contigo en velocidad cuando, por ejemplo, coleccionas juguetes. Diga: “Veamos quién puede armar los moldes y las palas más rápido. ¡Yo empezaré! Empiece a poner juguetes en una bolsa y su hijo definitivamente se unirá a usted. Incluso otros niños pueden alcanzarlos, así que al final de la competencia, no olvides elogiar a todos los participantes, independientemente de quién haya ganado.