No todos los niños logran encontrar un lenguaje común con sus compañeros.
Algunos escolares se convierten en víctimas de acoso.
Algunos no sufren acoso, pero aun así no socializan con sus compañeros y tienen poca interacción con ellos.
En algunos casos, parte de la culpa de convertir a un niño en un marginado recae en los padres que no lo criaron del todo correctamente.
Entonces, ¿qué errores no deberían cometer mamá y papá?
Muchos padres están seguros de que sus hijos deben ser criados de forma estricta.
Sólo así el niño se volverá responsable y obediente.
Pero hay un problema: si mamá y papá son demasiado estrictos y imponen una gran cantidad de prohibiciones al niño (“no hagas esto”, “no digas aquello”, “no vayas allí”, “no "No te comunicas con ellos", etc.), entonces el bebé simplemente quedará indefenso y no podrá socializar normalmente.
Algunos padres ignoran por completo las experiencias de sus hijos, cometiendo así un gran error.
Consuele a su hijo, bríndele apoyo moral, escúchelo si lo pide.
Si cumple con estas condiciones, el bebé no se sentirá "innecesario" y no se convertirá en un paria.
Si los padres ignoran los logros de sus hijos en la escuela y los deportes, pueden hacer que el niño pierda la motivación.
No olvide elogiar a su hijo o hija incluso por sus éxitos “menores”.
De lo contrario, el niño llegará a la conclusión de que los esfuerzos son inútiles. El bebé se volverá indiferente. Y esto conlleva el riesgo de convertirse en un paria.
Los niños que parecen “diferentes” suelen ser marginados.
Estamos hablando de ropa extraña, arrugada y no del todo limpia, peinado inusual, etc.
Mantenga limpias las prendas del guardarropa de su hijo y no "experimente" con la apariencia de su bebé. Enséñele a su hijo a ser limpio y ordenado.