¿A su hijo o hija le va mal en la escuela? ¡Tú puedes arreglar la situación!
¡No regañes a tu hijo! Los gritos y quejas de los padres sólo empeoran la situación.
Tampoco es necesario prometerle regalos a un estudiante por sus buenas calificaciones. Sí, este enfoque motiva bien, pero también puede causar serios problemas: el niño comenzará a aprender no por el conocimiento, sino por el dinero/juguetes/artilugios. Esto no terminará bien.
Es mejor decirle a su hijo las siguientes frases. De esta manera, el proceso de convertir a un estudiante pobre en un estudiante excelente se acelerará y simplificará significativamente.
La falta de elogios es una causa común de pereza y desgana para aprender.
Reúna a su hijo o hija para lograr cualquier éxito académico. No ignores ni siquiera los logros más pequeños.
¡No regañes a tu hijo por sus malas notas! ¡Pero no ignores la situación!
Trate de averiguar por qué su hijo recibió otra "D".
Después de eso, toma acción: ayuda a tu hijo a comprender el tema y recuérdale la importancia de corregir las bajas calificaciones.
Y si la nota resultó inmerecida, habla con el profesor.
Explíquele a su hijo que no tiene sentido obtener las mejores calificaciones si se las dan “así como así”.
Es mejor sacar una nota baja, pero luego entender el tema, que ser un excelente estudiante gracias a un trabajo astuto y copiado.
Comprender que las calificaciones no son tan importantes, por extraño que parezca, puede convertir a un niño en un “buen estudiante” e incluso en un excelente estudiante. Y en el real, no en el “artificial”.
Dígale a su hijo sobre la importancia de adquirir conocimientos. Explíquele cómo la erudición y las habilidades le ayudarán en el futuro.
No obligue a su hijo a hacer los deberes sin descanso: el cansancio impide que la persona trabaje.
Deja que el bebé descanse periódicamente: así el material se absorberá mucho mejor.