Sin duda, elogiar a un niño es necesario para motivarlo y apoyarlo.
Pero a veces sucede que los padres piensan que están elogiando a su hijo, pero en realidad sus palabras lo dañan, reducen su autoestima y generan complejos psicológicos.
Por lo tanto, no intente engañar a su hijo con falsos elogios.
Incluso si usted dice las palabras con una sonrisa y parece increíblemente sincero, el niño lee la mentira y no le queda nada más que un regusto desagradable.
No debéis halagar a vuestros hijos: este “pecado” es común entre muchas madres y padres que exageran o incluso inventan los logros de sus hijos.
No deberías hacer esto, especialmente si los propios niños se convierten en testigos de tus mentiras. Las mentiras y los hechos falsos que salen de vuestra boca les dan un mal ejemplo.
Trate de no utilizar elogios "pero" cuando se comunique con su hijo.
¿No entiendes de qué estamos hablando? Quizás el siguiente ejemplo aclare la situación: “No eres muy inteligente, pero sí muy fuerte”, “Dibujas mal, pero cantas bien”, etc.
Los niños escuchan solo la primera parte de estas frases y, como resultado, prestan atención exclusivamente a sus defectos. No hace falta decir que esto no es un elogio en absoluto, sino una verdadera devaluación, después de lo cual la barrera psicológica "pero" permanece con el niño durante muchos años.
De la misma manera, no debéis utilizar el elogio con el reproche, que contiene tanto aprobación como censura.
¿Recuerdas, le dijiste a tu bebé algo como esto: “Hoy te esforzaste, no como la última vez”?
Esta frase no tiene nada que ver con aumentar la autoestima; es ofensiva porque contiene críticas.
Bueno, el último error, que lamentablemente ocurre con mucha más frecuencia de lo que nos gustaría, es la falta de elogios. Gracias a las palabras amables, el niño no se volverá arrogante y no dejará de escucharte, al contrario, crecerá confiado.