Si quieres que tu bebé diga rápidamente su primera palabra y empiece a hablar con frases completas lo más rápido posible, debes ayudarlo.
La principal forma a la que puede recurrir es comunicarse con su bebé con la mayor frecuencia posible. Hablar y hablar emocionalmente durante cualquier “procedimiento”: alimentar, bañar, masajear, caminar, etc.
Esto es lo que puede utilizar como medidas adicionales.
La motricidad fina suele incluir realizar pequeños movimientos con las manos, los dedos de las manos y de los pies. Invite a su inquieto a jugar con cereales, botones, cuentas, etc. bajo su supervisión. Dado que los centros cerebrales responsables del habla y las habilidades motoras se encuentran cerca, las habilidades del habla se desarrollan más rápido.
Muéstrale y ponle nombre a tu bebé todo lo que le rodea. Intente explicar el significado de los objetos utilizando palabras sencillas; de esta manera, es más probable que su hijo amplíe su conocimiento del mundo que lo rodea, se familiarice con nuevas palabras y comience a pronunciarlas.
Si su hijo usa gestos en lugar de palabras, finja que no lo entiende. Pero no te excedas: nadie necesita llorar ni ponerse histérico. En su lugar, haga preguntas capciosas y repita las palabras una tras otra.
Trate de no incluir palabras distorsionadas en su discurso; recuerde, un niño aprende a hablar basándose en el habla que escucha a su alrededor.