Para muchos niños es más fácil sumergirse en el reino de Morfeo con la ayuda de "quedarse dormidos".
Así se llaman rituales especiales que se repiten día tras día a la hora de acostarse.
Estos rituales antes de acostarse le permiten al bebé saber que pronto llegará la hora de dormir.
Una de las opciones rituales es la despedida de los juguetes. Explíquele a su hijo que sus muñecos y sus autos también están cansados durante el día y quieren tomar una siesta. Junto con su bebé, salude con la mano los juguetes y diga buenas noches.
Las canciones de cuna y los cuentos de hadas ayudarán a calmar y relajar a su hijo. Deben cantarse o contarse en voz tranquila y mesurada, sin precipitarse a ninguna parte. Evite los temas activos y emocionantes: el niño puede sobreexcitarse y luego le resultará aún más difícil conciliar el sueño.
Incluso una acción tan simple como cambiarse la ropa de casa por un pijama puede provocar una asociación con el próximo sueño.