Lamentablemente (o afortunadamente), los pediatras y psicólogos no han llegado a un consenso sobre la cuestión de que los niños duerman con sus padres.
Enumeraremos las ventajas y desventajas existentes, después de conocerlas podrá tomar la decisión correcta que sea adecuada para su familia.
Entonces, las ventajas, según los expertos, incluyen las siguientes.
Después del nacimiento, el bebé se encuentra en condiciones inusuales y lo único que puede darle una sensación de seguridad es la cercanía con su madre y su padre. Dormir juntos (al lado, pero no en la misma cama) con los padres permite que el niño se sienta cómodo en un nuevo entorno y le proporciona una sensación de bienestar psicológico.
Un bebé que duerme junto a su madre se alimenta según demanda, lo que favorece la producción de leche.
El bebé duerme más profundamente si se duerme con sus padres y los adultos podrán responder rápidamente cuando su bebé se despierte por la noche.
Pasemos a enumerar las desventajas.
No todos los padres pueden relajarse completamente sabiendo que su hijo está cerca. En consecuencia, tampoco pueden dormir lo suficiente y dormir con un niño a veces aleja a los cónyuges.
Los niños que duermen con sus padres desde la infancia tienen mayores dificultades para pasar a una habitación separada y cambiar a un sueño separado, en comparación con aquellos que duermen en su propia cuna desde el principio.