La cuestión de cuándo presentarle un óvulo a un bebé preocupa a muchas madres y padres de bebés adultos.
Según los pediatras, puedes incluir la yema de huevo en la dieta de tu bebé a partir de los 7 meses. La alimentación complementaria debe comenzar con un cuarto de huevo duro y luego controlar la reacción del niño al "nuevo producto". A los 8 meses de edad se puede aumentar la cantidad de producto hasta la mitad de la yema.
Dado que puede producirse una alergia a las proteínas, es mejor discutir este tema con el pediatra que supervisa al bebé.
Está permitido utilizar huevos de gallina o codorniz como alimento complementario; no existe una diferencia significativa entre ellos en términos de valor nutricional.
Los bebés sólo pueden comer huevos duros. Para los niños mayores, se puede incluir una tortilla al vapor en la dieta, posiblemente con verduras.
No iniciar la alimentación complementaria (huevo o cualquier otra cosa) si el niño no se encuentra bien, le están saliendo los dientes o planea recibir vacunas preventivas.
Están prohibidos los huevos de aves acuáticas, así como los huevos poco cocidos (hervidos por agua o en bolsa).