La crisis de los tres años es un período durante el cual cambia el comportamiento de un niño pequeño.
Como su nombre lo indica, la transición a una nueva etapa en la vida del bebé se produce aproximadamente cuando el niño cumple 3 años.
El niño comienza a realizarse como individuo, tiene el deseo de expresarse y ser más independiente.
Desafortunadamente, hay muchos aspectos negativos en tales aspiraciones.
Entonces, el bebé se vuelve más terco y desobediente. Expresa cada vez más su insatisfacción con ciertos acontecimientos de su vida.
El deseo del niño de no obedecer a sus padres puede manifestarse en forma de acciones "por el contrario": fastidiar a mamá y a papá.
La primera regla, y quizás la más importante, es la siguiente: "No es necesario gritarle al bebé, castigarlo constantemente ni volverse más estricto".
Es poco probable que medidas disciplinarias graves produzcan un resultado positivo. Más bien al contrario: el niño se volverá aún más desobediente.
Habla tranquilamente con tu hijo. Intenta entenderlo.
La segunda regla: “Dale a tu hijo o hija la oportunidad de ser independiente”.
En muchos casos, no es necesario interferir con el niño: déjelo actuar como mejor le parezca y expresar su propia opinión.
Por supuesto, al seguir esta recomendación, los padres deben saber cuándo detenerse y recordar las reglas de seguridad: en algunos casos, tendrán que interferir con las acciones de su hijo. También debes prestar atención al siguiente punto.
Tercera regla: "No debes olvidarte de las prohibiciones".
Haga una lista específica de reglas para su hijo y explíquele por qué no deben romperse. Hable sobre posibles consecuencias.