A veces notamos que los niños tienen miedo de compartir sus propias opiniones con nosotros, tratando de guardar sus pensamientos para sí mismos.
Este no es el mejor hábito porque puede durar toda la vida.
Puede haber muchas razones para este comportamiento. A veces los padres tienen la culpa, “presionan” con su propia autoridad y no permiten disputas. A veces la razón son los profesores que ridiculizan la opinión del niño delante de todos los niños.
Sin embargo, siempre puedes solucionar este problema.
Siempre puedes encontrar una situación controvertida o ambigua e intentar involucrar al niño en un diálogo. Deja claro que realmente quieres escuchar su opinión y tenerla en cuenta.
También puede ver películas o leer libros y luego iniciar una discusión. Intente hacer preguntas que ayuden a su hijo a abrirse y comenzar un diálogo.
A veces, estas formas de actividad existen en las escuelas, pero a veces hay que buscarlas fuera de los muros de la institución educativa. Esta es una excelente manera de superar su miedo a hablar en público.
Los niños comienzan a compartir activamente sus propios pensamientos y defender sus posiciones utilizando lógica y argumentos. Esta habilidad puede considerarse una de las más valiosas para la vida adulta.