Los padres modernos prestan cada vez menos atención a las opciones clásicas de educación y crianza, ya que consideran que los métodos modernos son más eficaces.
Sin embargo, algunas actividades definitivamente no se pueden eliminar del horario de un niño, dicen los expertos.
Los libros suelen contener palabras nuevas que el niño desconoce. Si se los explica o le enseña a su hijo a trabajar con un diccionario explicativo, podrá lograr un éxito significativo.
Esto será especialmente notable en comparación con otros chicos con poco vocabulario.
Las obras clásicas infantiles enseñan sólo las cosas más valiosas: cómo ser una buena persona, un amigo fiel, cómo lograr siempre tu objetivo y seguir siendo tú mismo, cómo la mente siempre ayuda, cómo el bien vence al mal.
Es poco probable que las redes sociales y los juegos de computadora le enseñen a un niño cosas tan correctas.
Si sus hijos no saben escribir dictados y ensayos, los libros serán un excelente material educativo para ellos. El nivel de erudición y “observación” aumentará.