No olvides que la salud de un niño es muy frágil.
Por este motivo, los padres deben hacer todo lo posible para mejorarlo.
Se debe prestar especial atención a la nutrición: los errores dietéticos se convierten en los principales factores de riesgo para el desarrollo de enfermedades crónicas.
Algunos padres no están interesados en las recomendaciones nutricionales, por lo que alimentan a sus hijos con platos de carne todos los días. Este es un hábito extremadamente malo.
Estos alimentos serán pesados y pueden provocar problemas cardíacos. Además, la abundancia de carne en la dieta tanto de niños como de adultos aumenta la probabilidad de desarrollar cáncer.
Por "mágica" e impecable que pueda parecer la composición de los productos cárnicos semiacabados, no pueden incluirse en la dieta de un niño.
De lo contrario, existe el riesgo de desarrollar cáncer, diabetes y obesidad.
Por supuesto, cualquier niño exigirá “acceso ilimitado” a los dulces. Pero debes detener esto. De lo contrario, la salud del niño se deteriorará gravemente.