Un vasito para sorber es un práctico “accesorio” para niños, adecuado para usar en casa, de paseo, de fiesta y de viaje.
Gracias a su dispositivo, el bebé tiene la oportunidad de controlar el flujo de líquido, lo que significa que las posibilidades de asfixia son mínimas.
Puede empezar a utilizar este dispositivo a partir de los seis meses de edad.
En primer lugar, elija un vasito con boquilla adecuado: el mejor es aquel que se adapta fácilmente a una mano pequeña y que resulta cómodo para el bebé.
Si hablamos de bebés mayores de 6 meses, conviene buscar un vasito con boquilla “equipado” con pico blando. Si el niño ya tiene entre 9 y 10 meses, un vaso para sorber con pico duro o pajita será suficiente.
Una vez que haya elegido el modelo que más le convenga, vierta agua en el vasito para sorber.
Dígale a su hijo que sostenga el pico con los labios e incline el vasito para sorber para beber. Dado que los niños aprenden mejor observando a los adultos, enséñele a su bebé cómo usted mismo bebe de un vasito con sorbete.
Si el niño no puede comprender el principio de funcionamiento, puede lubricar la boquilla del vasito con algo sabroso, por ejemplo, su puré de frutas favorito.
El bebé comenzará a hacer movimientos de retracción y eventualmente entenderá cómo beber de un vasito con sorbete.
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