Muchos padres, queriendo que la infancia de sus hijos sea lo más libre posible, lo protegen de las tareas del hogar.
Pero tal comportamiento es comparable a un arma de doble filo: si "protege" a su hijo de las responsabilidades domésticas, se acostumbrará a una vida fácil y crecerá sin adquirir cualidades como la independencia y la responsabilidad.
Por eso, antes de que sea demasiado tarde, intenta involucrar a tus hijos e hijas en la limpieza, y nuestros consejos te ayudarán en ello.
A los niños les gusta ser buenos; si los elogias, querrán ayudarte.
Deje que el niño comprenda que la siguiente acción sólo podrá realizarse cuando haya completado la anterior: si jugó con bloques y luego quiso dibujar, que primero coloque los juguetes en su lugar y luego tome los lápices.
Si su hijo no quiere limpiar, intente centrar su atención en lo que usted quiere y ofrézcase a hacer el trabajo juntos. Puedes hacer esto, por ejemplo, así: “Por favor, dame ese cubo de allí; lo pondré en su lugar. ¡Bien hecho! Y uno más, y luego acostaremos a todas las muñecas”.
Si tu hijo tiene más de dos años y medio, puedes utilizar la psicología inversa para animarle a limpiar. Por ejemplo, si su hijo no quiere limpiar, ofrézcale una competencia: "¿Apuesto a que puedo recoger todos los coches/muñecas/cubos más rápido que tú?". o “¿Apuesto a que no puedes colocar todos los bloques en la canasta de la máquina? ¡Muéstrame cómo lo haces!
Si un niño ve que usted corrige todo después de él, reducirá a nada todos los esfuerzos que ha hecho; en su lugar, continúe mostrándole cómo se debe hacer, háganlo juntos y motívelo.
Ofrézcase a hacer algo interesante después de limpiar: hacer una manualidad o salir a caminar.
No te concentres en una sola cosa: pídele a tu bebé que te ayude con diferentes tareas durante el día; algunas de ellas definitivamente le interesarán.
Anteriormente BelNovosti escribió sobre cómo no se debe criar a los niños.