Para muchos padres, un paseo al aire libre es un agradable momento de relajación, porque el bebé, por regla general, todo este tiempo duerme dulcemente en su cochecito.
Pero, ¿qué pasa si el niño solía dormir tranquilo y ahora se niega a cerrar los ojos?
Para empezar notamos que quizás el bebé ha crecido y ya no duerme tanto como antes. No será posible acostar al bebé si ha superado la necesidad de dormir; en lugar de intentos infructuosos, doble el dosel de la cuna hacia atrás y déle al niño la oportunidad de observar lo que sucede a su alrededor.
Si está seguro de que este no es el motivo, intente utilizar los siguientes consejos.
Descargue el audio a su teléfono con anticipación; es mejor elegir aquellos cuentos de hadas que se leen en voz baja y masculina. Es muy posible que el niño escuche y se duerma.
Al igual que con las historias de audio, debes grabar el ruido blanco en tu teléfono con anticipación y encenderlo mientras colocas el teléfono en el cochecito. El ruido blanco es relajante y sirve como canción de cuna para muchos niños.
Intente establecer una rutina programando sus caminatas alrededor de la hora de su siesta. Si tu bebé se acostumbra a quedarse dormido a la misma hora, lo más probable es que duerma en el cochecito.
Preste mucha atención a cómo viste a su hijo. El período en el que un inquieto no quiere dormir en un cochecito a menudo ocurre cuando cambia el clima, de cálido a frío y viceversa. Si tu bebé tiene calor o frío, tendrá dificultades para conciliar el sueño.
Si el bebé puede mantener la cabeza erguida, colóquelo boca abajo durante la caminata; el niño se quedará dormido o simplemente se quedará quieto.
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