Las características distintivas de los zapatos descalzos son las suelas muy finas, la ausencia de tacones y la punta ancha.
Gracias a estas características recrea sensaciones lo más parecidas posible a las que obtiene una persona al caminar descalzo.
Quizás la principal ventaja de estos zapatos sea su punta ancha.
Esto significa que los dedos de los pies siempre tendrán espacio en los zapatos descalzos y no se doblarán, y las uñas de los pies no se encarnarán debido a la compresión.
Hay muchas más desventajas de estos zapatos; hablemos de las dos principales.
La primera es la falta de absorción de impactos: una suela delgada no es capaz de absorber impactos como lo hace una suela más o menos gruesa con tacón. Este último, además de todo, reduce la carga en las articulaciones y ayuda a distribuir la carga sobre los músculos del pie.
El segundo inconveniente es la falta de protección. Será desagradable para un niño caminar incluso sobre un césped corto, ya que la hierba pinchará notablemente la pierna a través de la suela delgada.
Anteriormente te contamos cuáles son los dos errores que cometen los padres que destruyen la motivación de un niño.