El sobrecalentamiento o insolación se desarrolla rápidamente en los niños y, lo más importante, de forma imperceptible.
Por lo tanto, toda madre y todo padre deberían saber cómo es y qué hacer en este caso.
Para evitar que surja una situación desagradable, los padres que salen a caminar con su hijo deben controlar periódicamente su estado.
Debe tener especial cuidado si la habitación en la que se encuentra hace calor y está cargada.
Se puede entender que algo anda mal por el hecho de que la temperatura corporal del niño ha aumentado.
Además, en este estado, los niños pueden mostrarse apáticos y letárgicos, además de quejosos, lo que no ocurre a menudo.
Por último, podemos hablar de sobrecalentamiento cuando el ritmo cardíaco de un niño aumenta y su respiración también se vuelve rápida e intermitente.
Está prohibido el enfriamiento brusco, por ejemplo, en una bañera con agua fría o frente al flujo de aire de un acondicionador de aire.
La tarea principal de los adultos es eliminar el impacto de un factor negativo, es decir, el calor.
Mueva al bebé a un área más fresca lo antes posible y aflójele o quítele la ropa y el pañal. Ofrézcale a su bebé un trago de agua, fría, pero no helada.
Anteriormente hablamos de cómo ayudar a un niño a aprender a gatear .