Muchas madres y padres saben que está prohibido gritarles a los niños.
Sí, al principio levantar la voz ayuda a calmar al niño y hacerlo más obediente.
Pero pronto el bebé se acostumbra a los gritos de sus padres y aprende a ignorarlos.
Así, la técnica educativa pierde rápidamente su eficacia.
Hay muchos niños que se toman en serio los gritos de mamá y papá: estos niños se enfrentan al estrés, se vuelven temerosos, retraídos e inseguros de sí mismos.
Desafortunadamente, incluso sabiendo las malas consecuencias de gritarle a un niño, los padres a veces pierden los estribos y luego se culpan a sí mismos y se preocupan por su hijo o hija.
¿Cómo no gritarle a su bebé incluso en el momento de mayor ira? Hay una técnica eficaz.
¿Sientes que estás “hirviendo” por el mal comportamiento de tu hijo y estás a punto de empezar a gritar?
Imagínate que hay extraños a tu lado.
La presencia de extraños muchas veces nos obliga a comportarnos de manera más reservada, para no avergonzarnos o meternos en una situación incómoda.
Esta característica debe aprovecharse. Trate de actuar como si hubiera extraños cerca que estuvieran listos para criticarlo por arremeter contra su hijo y encienda la cámara de su teléfono inteligente para grabar su "crimen".
Si se coloca de la manera descrita anteriormente, probablemente se “calmará” y encontrará una manera de calmar a su bebé sin gritar.
Anteriormente, se nombraron 3 señales de que los padres han malcriado a un niño.