Un aspecto de la crianza de los hijos es establecer reglas y disciplina que ayuden a los niños a desarrollar habilidades de autocontrol, respeto por los demás y responsabilidad por sus acciones.
Pero, ¿qué reglas y métodos de disciplina son eficaces y cuáles pueden hacer más daño que bien?
Las reglas son restricciones o requisitos que los padres imponen a sus hijos para regular su comportamiento.
Las normas pueden referirse a distintos ámbitos de la vida del niño: estudios, tareas domésticas, comunicación con otras personas, seguridad, salud, etc.
Las reglas ayudan a los niños a comprender las expectativas de los padres y de la sociedad y también les dan una sensación de orden y estabilidad.
La disciplina es el proceso de enseñar a los niños a seguir las reglas y asumir las consecuencias por las violaciones.
La disciplina puede ser positiva o negativa. La disciplina positiva implica recompensar el comportamiento deseado de un niño mediante elogios, atención, recompensas o privilegios.
La disciplina negativa implica castigar el comportamiento no deseado de un niño mediante la crítica, la ignorancia, la privación o la fuerza física.
No existe una respuesta clara a esta pregunta, ya que cada niño y cada familia es único.
Sin embargo, existen algunos principios generales que pueden ayudar a los padres a elegir reglas y disciplina apropiadas para sus hijos.
1. Las normas deben ser claras, específicas, comprensibles y justas. El niño debe saber qué se espera de él y por qué. Las normas deben ser adecuadas a la edad y las capacidades del niño, y también tener en cuenta sus intereses y necesidades.
2. Las reglas deben ser acordadas entre los padres y otros adultos que participan en la crianza del niño.
El niño no debe recibir señales contradictorias o cambiantes sobre qué hacer y qué no hacer. Los padres deben apoyarse mutuamente en la aplicación de reglas y disciplina.
3. Se deben seguir y controlar las reglas. Los padres deben asegurarse de que el niño siga las reglas y asuma las consecuencias por las infracciones. Los padres no deben hacer excepciones ni concesiones por cansancio, lástima o culpa.
También es importante que los padres den un buen ejemplo con su comportamiento y sigan las mismas reglas que sus hijos.
4. Las reglas deben ser flexibles y adaptables. Los padres deben estar dispuestos a revisar y ajustar las reglas a medida que cambien la situación, las circunstancias o las necesidades del niño. Los padres también deben considerar la opinión del niño y darle la oportunidad de participar en el establecimiento o cambio de reglas, si es posible y apropiado.
5. La disciplina debe ser positiva y basada en el respeto. Los padres deben intentar fomentar el comportamiento deseado del niño en lugar de castigar el comportamiento indeseable. Las recompensas deben ser adecuadas, oportunas y significativas para el niño. Las penas deben ser proporcionadas, lógicas y relacionadas con la infracción. Los padres no deben utilizar la violencia física, los insultos, las amenazas o el chantaje como métodos de disciplina. Los padres deben demostrarle a su hijo que lo aman y se preocupan por él, independientemente de su comportamiento.
6. La disciplina debe ser educativa y de desarrollo. Los padres deben enseñar a sus hijos a comprender las causas y consecuencias de su comportamiento, así como formas alternativas de resolver problemas o expresar emociones. Los adultos deben permitir que el niño controle su comportamiento de forma independiente y no someterse al miedo o la presión externa. Los padres deben ayudar a sus hijos a desarrollar la autoestima y la autorrealización.
El uso de reglas y disciplina en la crianza de los niños no es sólo una forma de reprimir o corregir el comportamiento, sino una oportunidad para moldear la personalidad del niño. Las reglas y la disciplina adecuadas pueden ayudar a un niño a convertirse en un miembro feliz, exitoso y responsable de la sociedad.
Anteriormente os contamos cómo organizar una fiesta de cumpleaños infantil .