Los valores familiares como la asistencia mutua y la responsabilidad se pueden inculcar a los niños desde muy pequeños.
Incluir a tus hijos en las tareas del hogar les ayudará a desarrollar un sentido de pertenencia a la familia.
Eso no es todo: así es como los padres ayudan a sus hijos a desarrollar habilidades útiles. Puedes estar seguro de que en el futuro tanto tú como tu hijo os estaréis agradecidos por el camino recorrido.
De uno a tres años, los niños pueden realizar acciones simples lo mejor que pueden: recoger juguetes después de jugar, organizar y colgar cosas en su lugar después de cambiarse de ropa.
Si el niño tiene entre 3 y 5 años se le puede asignar la limpieza de su habitación, incluyendo guardar juguetes, poner la ropa sucia en un cesto, etc.
Pídale a su hijo que le ayude a poner la mesa, limpiar el polvo, regar las flores y cuidar de las mascotas.
A medida que los niños crecen, es posible que asuman más responsabilidades.
A partir de los 5-7 años, los padres deben observar a su hijo para determinar qué es lo que le gusta hacer y asignarle tareas acordes con esto, por ejemplo, ayudar en la cocina e incluso preparar platos sencillos por su cuenta.
Todavía se requieren cosas básicas (limpiar la habitación, etc.).
Anteriormente mencionamos el principio que los padres deben borrar de sus vidas.