5 casos en los que los padres deberían buscar un tutor para su hijo: no sólo para mejorar el rendimiento académico

19.04.2024 20:56

Por supuesto, un niño necesita un tutor cuando tiene dificultades en determinadas materias, ya sean matemáticas o inglés.

Pero esta no es la única razón para trabajar con un tutor. A continuación enumeramos 5 situaciones más en las que un niño necesita ayuda profesional.

Déficit de atención y dificultad para concentrarse.

De acuerdo, si un niño tiene problemas de concentración y atención, probablemente se quedará atrás en el plan de estudios de la escuela, por lo que se necesita un tutor que le ayude a ponerse al día con el material no aprendido. Las dificultades de atención deben derivarse a un neuropsicólogo.

Preparación insuficiente para las pruebas.

Para que su hijo tenga confianza en sus conocimientos y pueda afrontar fácilmente los exámenes, vale la pena visitar a un tutor que desarrollará un plan de aprendizaje individual con énfasis en las pruebas.

Desarrollo de habilidades generales de aprendizaje.

Un tutor no siempre trabaja para llenar vacíos en áreas específicas de conocimiento; también trabaja para desarrollar habilidades generales de aprendizaje, como gestión del tiempo, planificación, recordar información, etc.

un libro
Foto: © Belnovosti

Adaptarse a un nuevo programa o clase

Si un niño se ha trasladado a otra escuela o clase, o incluso si permanece en el mismo equipo, pero ahora está estudiando en un nuevo programa, el enfoque individualizado del tutor facilitará la adaptación y ayudará al alumno a ganar confianza en sí mismo.

Retraso por enfermedad o ausencia de clases

Si un niño comienza a quedarse atrás de sus compañeros debido a que por una razón u otra no asistió a clases, vale la pena contactar a un tutor, cuyo enfoque individual ayuda a llenar los vacíos de conocimiento y ponerse al día con lo que se perdió.

Anteriormente te contamos qué hacer si tu hijo se porta travieso.

Autor: Elena Shimanovskaya Editor de recursos de Internet.

Contenido
  1. Déficit de atención y dificultad para concentrarse.
  2. Preparación insuficiente para las pruebas.
  3. Desarrollo de habilidades generales de aprendizaje.
  4. Adaptarse a un nuevo programa o clase
  5. Retraso por enfermedad o ausencia de clases