Chupar objetos puede considerarse un mal hábito en los niños en edad preescolar.
Algunos padres, que notan tal comportamiento en su hijo, buscan quitarle lo que más le gusta, al que está tan apegado.
Lo más probable es que gane, porque es físicamente más fuerte, pero ese paso conduce al hecho de que la tensión del niño aumentará y la succión de un objeto será reemplazada por chuparse el dedo, pellizcarse la piel u otro hábito patológico.
Además, evite pensamientos de castigar o avergonzar a su bebé por mostrarle afecto.
Tampoco debe hablar sobre el tema favorito de su hijo; sus recordatorios solo lo llevarán a registrar con palabras, enfatizar y reforzar un mal hábito.
Su tarea como padre es llenar la vida del bebé, interesarlo en nuevos juegos y pasatiempos.
Ayude a su hijo a encontrar un verdadero amigo.
Asegúrate de pasar el mayor tiempo posible con tu hijo, hablar, jugar y verás que la necesidad de un peluche o una manta que el bebé chupe irá desapareciendo por sí sola.
Anteriormente hablamos sobre si se necesita un espejo en la habitación de los niños.