En términos científicos, la dislexia es un trastorno parcial y específico del proceso de lectura, que se manifiesta en errores repetidos y persistentes.
Si los padres no notan los primeros signos del trastorno, el niño tendrá que afrontar dificultades en la escuela.
Es de destacar que simplemente no hay dos personas en las que este trastorno se manifieste de la misma manera.
Al mismo tiempo, podemos identificar una serie de problemas a los que cada disléxico se enfrenta en un grado u otro.
El caso es que los síntomas de la dislexia son síntomas de desorientación.
El niño comprende la realidad que lo rodea de manera diferente que otras personas.
Como resultado, los problemas se manifiestan no sólo en la lectura y la escritura: los niños diagnosticados con dislexia tienen dificultades con la percepción de la información, se caracterizan por desorientación en el espacio, desorganización, torpeza y déficit de atención.
Esto sucede porque un niño con dislexia no piensa en palabras y frases, como la mayoría de nosotros, sino en imágenes tridimensionales.
Como resultado, las palabras y símbolos impresos que no puede imaginar como imagen dejan un vacío en su percepción, lo que provoca confusión.
Si deja el problema sin resolver, el niño encontrará su propia solución, que no siempre puede considerarse correcta; si hablamos de lectura, existen cientos de tipos de conductas compensatorias, por ejemplo, memorización, concentración extrema al leer, evitación de estudiar, pronunciar cada letra de cada palabra, etc.
Por supuesto, algunas de estas decisiones pueden tener un impacto negativo en el niño, por lo que los padres definitivamente deben contactar a un especialista en corrección de dislexia.
Anteriormente nombramos 4 razones por las que los niños no tienen interés en estudiar.